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El apartamento de inusitada generosidad de espacios, fue
reciclado buscando para su construcción un respeto por lo preexistente con
aportes de una refinada combinación de materiales y texturas que se
concretan en geometrías austeras y contundentes.
El living de nobles proporciones complementa piezas antiguas de estilo:
sillas espejos y silloncitos con dos grandes sofá contemporáneos, textiles
sobrios y elegantes: otomanos terciopelos sedas y gasas en los cortinados,
banquetas de cuero y acero, cuadros abstractos de Gastón Villamil,
lámparas de cristal y porcelanas.
La cocina muy espaciosa se concibió para múltiples funciones que incluyen
un rincón para degustación de vinos y una mesa rodante para comidas o
desayunos rápidos. Con un uso cuidadoso de materiales para rescatar al
máximo la luminosidad se combinan en las distintas superficies múltiples
materiales (acero, vidrios arenados, roble decapée y laqueados),
electrodomésticos de acero inoxidable de moderno diseño, una abundante y
estratégica iluminación.
El baño social concebido como una exposición de arte tiene
como protagonista una bacha realizada por la consagrada artista plástica
Águeda Dicancro. El cristal de la bacha trabajado con suntuosidad,
imaginación y bellas texturas contrasta con la austeridad de los mármoles
verdes del pie de apoyo y lo despojado de las paredes.
Un espejo muy vertical y el acero inoxidable que la respaldan permiten con
inusual brillo disfrutarla reiteradamente en los reflejos. Las paredes
enduídas, las fajas verticales y el piso de mármol, la iluminación, el
cielorraso de acero inoxidable calado que también permite reflejos y
transparencias y los accesorios cromados complementan el conjunto.
El baño principal de dimensiones más generosas que lo habitual es cálido y
elegante. Ha tomado los contrastes como leiv-motiv en medio de una
geometría severa de planos destacados. En las paredes y mesada destacan
las texturas complementarias: la rugosidad mate de la piedra Santo Tomé y
la brillantez pulida del Boticcino, la oscura caoba mate en los muebles
contrasta con los tiradores de acero pulido, con el brillo del piso de
roble claro, así como con el vidrio de las mamparas donde se juega con
sectores arenados rugosos y sectores transparentes pulidos. La iluminación
indirecta y de efecto localizada en los nichos tanto horizontales como
verticales se complementa con luces directas de tipo funcional.
Otros dos dormitorios y baños completan la propuesta, ambos en estilos
totalmente distintos, respondiendo a las edades de los usuarios: el del
joven adolescente en arena, acero y madera oscura, y el de la niña con
viejas mayólicas con libélulas en colores pastel celestes, crema y madera
tipo roble claro.
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