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Residencia Altamira en San Rafael, Punta del Este

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Localizada en uno de los más antiguos y distinguidos barrios de Punta del Este, las premisas para reciclar esta clásica casa del Estudio Dubourg de los años 40 sobre una alto médano y con un terreno muy generoso, fueron mantener el estilo y las estructuras al máximo posible agregando un acceso importante, dos dormitorios, un parrillero, una generosa piscina. Además se aprovechó la ocasión para ampliar el living y el comedor y para poner a punto todas las instalaciones.
Los materiales empleados respetaron en un todo la estética exterior de la casa: tejas francesas sobre estructuras de madera pintadas de blanco, paredes de ladrillo visto y aberturas de madera también pintadas de blanco. En los interiores los cambios fueron totales salvo en las aberturas, los revestimientos de madera, las puertas y placares que fueron mantenidos, reciclados y pintados. Los pisos se hicieron nuevos en piedra ardosia, las paredes de ladrillo visto existentes se revocaron y se colocó calefacción central.
La decoración interior donde la dueña de casa tuvo un papel preponderante es fresca y refinada. Maneja una paleta de grises y blanco que se complementa con toques de color.
Una importante estufa a leña fue reubicada y preside el generoso living. Manteniendo el criterio de conservación general se reusaron las repisas de madera de la que ya existía en la casa.
El techo a la porteña y la enorme cercha de madera pintados de gris y blanco dan aun mayor personalidad al espacio.
Los grandes sofás y las sillas del comedor son nuevos tapizados totalmente en blanco, se acompañan con almohadones estampados y contrastan con muebles de madera oscura. Algunos de ellos ya estaban en la casa y fueron reciclados, otros fueron traídos de Francia. El conjunto se complementó con piezas especialmente diseñadas para el lugar como la mesa del comedor con tapa de microcemento blanco, y la mesa del living en hierro y madera lustrada.
También se reusaron muchos de los muebles existentes en los dormitorios: algunos de ellos se pintaron, otros se forraron.
En el dormitorio principal sin embargo, el respaldo del gran sommier y las mesas de luz se diseñaron especialmente de madera patinada.
Las paredes pintadas a dos colores (uno de ellos siempre blanco) que distinguen la decoración de los dormitorios armonizan con las colchas coloridas y las cortinas todas blancas pero con guardas de color.
Los baños se caracterizan por las mesadas de mampostería terminadas con microcemento y las duchas de azulejos blancos. El baño principal, muy generoso en sus dimensiones fue totalmente ejecutado con revestimiento de microcemento.
En la cocina se combinaron los estantes de mampostería revestidos con microcemento con el granito negro de las mesadas y los placares de madera natural con tejidos metálicos. Las paredes, revocadas, una de ellas pintada con un muy singular color ciruela, se complementan un con revestimiento de acero inoxidable que oficia de respaldo a la cocina y que a su vez se hermana con los electrodomésticos plateados. En el Office una mesa y banco de mampostería terminados en microcento permite crear un desayunador de gran utilidad.
 


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