Arquitectura>

Residencia Ollé en Portezuelo, Maldonado

Desplegando una geometría compleja, esta importante casa en Portezuelo, impone su presencia. Dentro de su entorno por la sofisticación de su lenguaje, los grandes techos curvos con aleros calados a distintas alturas, sus grandes vidriados en los volúmenes, la altísima puerta, los muros contundentes que articulan los distintos espacios en un sinuoso despliegue radial, la gran chimenea y el contundente arco de acceso revestidos en piedra roja rústica, son algunos de los recursos arquitectónicos usados que marcan una voluntad expresa de modernidad y de singularidad.

El gran living en doble altura oficia de pivot y permite la transparencia entre el jardín Sur de acceso volcado a la calle y el gran jardín íntimo Norte donde una pileta con jacuzzi y cascada aportan su cuota de glamour y frescura.
La casa posee piso de mármol, estufa de piedra, majestuosas arañas con caireles, grandes sillones de cuero y almohadones de seda que forman parte de la decoración.

La toilette social combina granito verde exótico con pátinas y espejos. Como el toilette para el parrillero también patinado en rojo con oro, tiene mesada de quebracho y piso del mismo material pero en pequeños tacos de 10 x 10 que se continúa en el área propia de la parrilla que se ha diseñado usando cuero de vaca y piedra y azulejos rojos.

El comedor al que se ingresa por una puerta blanca deslizante y generosa desde el living, también se comunica por otra puerta deslizante idéntica con el parrillero.
Una enorme puerta con cristal opacid y laqueada en rojo lo vincula ampliamente con la cocina. Ambos ambientes se han diseñado conformando un conjunto armónico donde el rojo es el protagonista en pared y pantallas de las arañas de cristal. Sobrias sillas de eco cuero blanco, una consola patinada y una mesa de granito con bordes rústicos completan la decoración.

Los pisos del living, comedor y cocina son de materiales naturales. En el living y el comedor de mármol blanco con vetas grises; aunque en el primero hay sectores de vetas beige en el acceso. En el comedor incrustaciones de granito negro y silestone rojo hacen compose con la cocina donde el granito negro absoluto se salpica con incrustaciones en granito gris, mármol blanco y silestone rojo.
La mesada de la isla son de silestone rojo y las otras de granito negro, los muebles son laqueados blancos, algunas puertas son de opacid y aluminio y otras de vidrio negro.
Profusa cantidad de luces LED en cielorraso y muebles, se complementan con una luminaria colgante con cristales rojos, transparentes y blanco traslúcido.

Los cinco dormitorios todos en suite y cada cual con un estilo diferente se reparten a ambos lados del living.
La suite principal de amplias dimensiones en la planta alta, disfruta de las vistas al mar y a la piscina, así como terraza privada. En gris plata, beige y blanco la decoración se coordina con esténcil de flores plata en la puerta corrediza que la separa del generoso vestidor.
El baño principal en carrara venetino. Retoma las geometrías singulares en los arenados de las mamparas en los revestimientos y en los espejos. Cristales artísticos artesanales rojos de Magda Díaz forman la rosa de los vientos y engalanan los nichos iluminados. Una bacha también de la artista de inusuales dimensiones impacta al observador.